La región ocular es la zona preferente de expresión emocional en las relaciones entre las personas. Su aspecto puede alterarse tanto por afecciones generales o locales como por situaciones vitales adversas.
El paso de los años manifestarse primero en los párpados y en la región circundante (región periocular), antes que en la cara. Con frecuencia, a partir de los 35 años, el problema no queda limitado a los párpados, sino que participa también la región que los rodea en la producción de un aspecto cansado, enfadado o envejecido. El músculo orbicular, que cierra los párpados, y los músculos que arrugan el entrecejo y la frente van dejando señal de su continua actividad en forma de arrugas de expresión en la frente, el entrecejo y las llamadas patas de gallo. La toxina botulínica se usa para paralizar temporalmente los músculos que producen estas arrugas, dejando así una piel más lisa.
La toxina botulínica se inyecta directamente en los músculos que se desea paralizar. Para ello se debe diluir previamente e inyectar en cada zona a tratar mediante una aguja muy fina.
No se puede aplicar en los labios o alrededor de la boca. Normalmente, el uso estético de la toxina botulínica se limita a las arrugas de expresión en el tercio superior de la cara.
La toxina botulínica dá muy buenos resultados para el exceso de sudoración, para ello se lo coloca en axilas. La cantidad a colocar se decidirá con el profesional de acuerdo al exceso de sudoración del paciente. Es aconsejable realizarlo una vez por año. La aplicación de toxina en rostro se recomienda realizarlo cada 6 meses. Se realiza en consultorio y es ambulatorio.